Desde un principio, la vida no se le presentó fácil a Alex Wagikuyu. Nacido hace 24 años en Nairobi, Kenia, es hijo de madre soltera, y no solo nunca conoció a su padre, sino que también perdió a su mamá muy pronto: murió cuando él tenía solo 2 años. Creció y se crió en casa de su abuela, rodeado de tías y tíos.
Pero es un joven que suena decidido; alguien que tiene convicciones claras. Desde hace cuatro años vive en Estados Unidos, a donde viajó para ingresar a la Universidad Clark, ubicada en Worcester, Massachusetts. Allí estudió Ciencias Políticas y Economía, y está por comenzar ahora un Máster en Finanzas.
Aunque asegura tener “muchas” ganas de visitar Argentina algún día, reconoce que no sabía casi nada sobre nuestro país cuando ArQuants, mediante Puentes Abroad, le ofreció hacer una pasantía. Así, bajo un contrato de prácticas, Alex realizó una investigación de mercado sobre el trading algorítmico a nivel general, aunque hizo hincapié en especial en el desarrollo de la temática en Latinoamérica.
Reconoce que sabía sobre negociación electrónica y finanzas, pero no sobre trading algorítmico cuando inició su investigación, que “incluyó a los jugadores clave del mercado, con el tamaño y el volumen de sus operaciones”. También cuenta que investigó a los brokers internacionales más importantes.
A la distancia, desde su habitación universitaria, dice además que tuvo “problemas para acceder a datos de manera pública sobre trading automatizado”, y que encontró “dificultades porque mucho del material sobre América Latina está en español, y es un idioma que no conozco”.
Antes de empezar su investigación para ArQuants, lo único que sabía de esta parte del mundo, la más austral de Sudamérica, era la historia de Ernesto “Che” Guevara, a raíz de sus estudios universitarios. Por eso mismo, se muestra sorprendido por la calidez con la que se sintió tratado durante toda la duración de su contrato de prácticas.
Fue algo que “realmente me llamó la atención” –relata-. Honestamente sentí que me trataron más como a un amigo que como a un pasante. Fueron todos muy amables; me entendieron desde el principio, sentí una aproximación muy cálida desde el primer momento y me divertí mucho hablando con ellos”. Se lo escucha sinceramente agradecido y contento de su experiencia internacional.



Comprometido con el desarrollo de su África natal
En 2018, Alex tuvo un contrato similar e investigó para la ONG Ashinaga, en su Nairobi natal, los factores que limitan el acceso a la universidad de los estudiantes de las zonas rurales de Kenia, donde solo el 15% cumple los requisitos para acceder a la universidad pública.
Alex creó un programa piloto de educación online para mejorar la performance de esos alumnos rurales en ciencia y matemática. Y asesoró al Departamento de Educación de su país en estrategias para mejorar el acceso a la universidad en las regiones con menores recursos.
Antes, había diseñado y desarrollado para Kiwimbi International una plataforma digital para estudiantes de entre 8 y 12 años, además de preparar y administrar tutoriales de ciencia y matemática para la escuela secundaria.
Ya desde su perfil de LinkedIn, Wagikuyu deja constar que está “muy interesado en el desarrollo económico y político de la región subsahariana” de África.
“África subsahariana necesita desarrollarse, y una vez que termine de adquirir conocimientos sobre economía y finanzas y desarrolle mis habilidades aquí en Estados Unidos, tengo intención de volver y estar muy involucrado en el desarrollo de Nairobi”, explica.
“Soy muy apasionado por la educación en general, tanto la mía como la de la gente que me rodea. En unos años, cuando vuelva a África, quiero estar involucrado en todo lo que se pueda hacer en esta era, la del avance de la tecnología, para mejorar la aproximación de los estudiantes de Nairobi a la ciencia y a las matemáticas”, se entusiasma.
Y deja como conclusión final una frase que conmueve: “La educación hizo de mí lo que soy hoy: un estudiante de África viviendo en Estados Unidos. Siempre pienso en Nelson Mandela y en la fuerza de lo que dijo: La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”. Alex Wagikuyu ya la puso en práctica, a muy temprana edad.
